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Envejecimiento activo y alimentacion saludable
Fecha de actualización: 2010-05-10

Envejecimiento activo y alimentación saludable

Autora: Juana María Rabat Restrepo
Unidad de Nutrición Clínica y Dietética del H. Universitario Virgen Macarena.


Contenidos:  

1. Introducción

2. ¿Con cuántos años se es mayor?

3. Concepto de envejecimiento activo

4. Los determinantes del envejecimiento activo

5. La alimentación saludable

           Consejos para una alimentación saludable

           Algunas definiciones fundamentales

6. Bibliografía 
 


1. Introducción

El envejecimiento de la población, es un indicador de la mejora de la salud. La población mundial de 60 años o más es de 650 millones, y se calcula que en 2050 alcanzará los 2000 millones.
Por lo tanto, se considera que el envejecimiento de la población es uno de los mayores éxitos de la humanidad pero también uno de nuestros mayores retos.

Son muchos los interrogantes que se plantean a nivel político: ¿Cómo podemos reforzar las políticas de promoción y prevención de la salud, especialmente las dirigidas a las personas ancianas? ¿Cómo se puede mejorar la calidad de vida en la edad avanzada? ¿Cómo repartir de forma equilibrada el cuidado de las personas que necesitan asistencia a medida que envejecen, entre la familia y el estado? ¿Cómo reconocer y apoyar el importante papel que desempeñan estas personas a medida que envejecen cuidando de otros?
La Organización Mundial de la Salud (OMS) sostiene que los países podrán afrontar el envejecimiento si los gobiernos, las organizaciones internacionales y la sociedad civil, promulgan políticas y programas de “envejecimiento activo” que mejoren la salud, la participación y la seguridad de los ciudadanos de mayor edad.

Este tipo de políticas y programas han de basarse en los derechos, las necesidades, las preferencias, las capacidades de las personas mayores, teniendo  en cuenta el ciclo vital, reconociendo que las personas mayores no son un grupo homogéneo y que la diversidad del individuo tiende a aumentar con la edad. Las intervenciones que crean ambientes de ayuda y que fomentan opciones saludables son importantes en todas las etapas de la vida. 

Es imprescindible preparar a los profesionales de la salud y a las sociedades para que atiendan las necesidades de las personas de edad avanzada: formación de los profesionales sanitarios en la atención a estas personas; prevención y tratamiento de las enfermedades crónicas asociadas a la edad; formulación de políticas sostenibles en materia de atención a largo plazo, y desarrollo de servicios y entornos adaptados a las necesidades de las personas mayores.


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2. ¿Con cuántos años se es mayor?

Las Naciones Unidas utilizan como estándar para describir a las personas “ancianas” la edad de 60 años. Esta edad puede parecer joven en aquellos países donde se han producido importantes progresos en la esperanza de vida. Pero independientemente de la edad que se utilice en los diferentes contextos, es importante reconocer que la edad cronológica no es un indicador exacto de los cambios que acompañan al envejecimiento. Existen considerables variaciones en el estado salud, la participación y los niveles de independencia  entre las personas ancianas de la misma edad. Es importante que este aspecto se tenga en cuenta a la hora de promulgar políticas y programas para las personas mayores. 


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3. Concepto de envejecimiento activo

Según la Organización Mundial de la salud (OMS), el envejecimiento activo se define como “el proceso de optimización de las oportunidades de salud, participación y seguridad con el fin de mejorar la calidad de vida a medida que las personas envejecen” Esta definición no sólo contempla el envejecimiento desde la atención sanitaria, sino que incorpora todos los factores de las áreas sociales, económicas y culturales que afectan al envejecimiento de las personas.

El envejecimiento activo se aplica tanto a los individuos como a los grupos de población, permitiendo a las personas realizar su potencial de bienestar físico, social y mental a lo largo de todo su ciclo vital, mientras participan en la sociedad de acuerdo con sus necesidades, deseos y capacidades, proporcionándoles protección, seguridad y cuidados adecuados cuando necesitan asistencia.

El término “activo” hace referencia a una participación continua en las cuestiones sociales, económicas, culturales, espirituales y cívicas, no sólo a la capacidad para estar físicamente activo o participar en la mano de obra. Las personas mayores que se retiran del trabajo y las que están enfermas o viven en situación de discapacidad pueden seguir contribuyendo activamente con sus familias, conciudadanos y comunidad. El envejecimiento activo trata de de ampliar la esperanza de vida saludable y la calidad de vida para todas las personas a medida que envejecen, incluyendo aquellas frágiles, discapacitadas o que necesitan asistencia.

El término “salud” se refiere al bienestar físico, mental y social expresado por la OMS en su definición de salud.  Por tanto, en un marco de envejecimiento activo, las políticas y programas que promueven las relaciones entre la salud mental y social son tan importantes como las que mejoran las condiciones de la salud física.

Documento pdf: LIBRO BLANCO DEL ENVEJECIMIENTO ACTIVO 6,92 MB. Actualizado: 02-09-2010


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4. Los determinantes del envejecimiento activo

El envejecimiento activo depende de una diversidad de influencias o «determinantes» que rodean a las personas, las familias y las naciones. Para lograr una cultura de envejecimiento activo es necesario la interacción de factores relacionados tanto con el entorno físico como con el social; factores relacionados con sistemas sanitarios y sociales; factores económicos y factores de índole personal y de estilo de vida; y aunque actualmente no es posible atribuir una causalidad directa a ningún determinante, existen suficientes  evidencias que sugieren  que todos estos factores (y la interacción entre ellos) intervienen en el mantenimiento de las salud y calidad de vida en el envejecimiento tanto de las personas como de las poblaciones. Es necesario investigar más para clarificar y especificar el papel de cada determinante, así como la interacción entre ellos, en el proceso del envejecimiento.

En este sentido la adopción de estilos de vida saludables y la participación activa en el autocuidado son importantes en todas las etapas de la vida. Existe la creencia de que en la vejez ya es demasiado tarde para adoptar un estilo de vida saludable. Y al contrario, implicarse en una actividad física adecuada, una alimentación sana, no fumar y el consumo  prudente de alcohol y medicamentos en la vejez, puede evitar la discapacidad y el declive funcional, prolongar la longevidad y mejorar la propia calidad de vida.
 

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5. La alimentación saludable

En el proceso de envejecimiento los cambios fisiológicos, patológicos, psicosociales, económicos y de hábitos alimentarios, interaccionan de una manera compleja, modificando el nivel de ingesta de nutrientes y la eficiencia con que estos son utilizados por el organismo.
En las personas mayores, la nutrición incorrecta puede estar causada por el acceso limitado a los alimentos, las privaciones socioeconómicas, la falta de conocimientos e información sobre nutrición, la incorrecta elección de los alimentos (por ejemplo, comer comidas ricas en grasas), las enfermedades y el uso de medicamentos, la pérdida  de los dientes, el aislamiento social y las discapacidades cognitivas o físicas que inhiban la propia capacidad para comprar alimentos y prepararlos, las situaciones de emergencia y la falta de actividad física. Las consecuencias de estos  factores condicionantes son: pérdida del apetito con disminución de la ingesta, tendencia a preferir alimentos líquidos, blandos, que suelen ser muy pobres en nutrientes esenciales (baja densidad nutritiva), rechazo sistemático de algunos alimentos: carnes, quesos, verduras crudas, frutas frescas, etc. (provocando disminución de la ingesta de proteínas, vitaminas, minerales y fibra), estreñimiento y menor eficiencia en la utilización de nutrientes esenciales.
 

  • Los cambios en la actividad enzimática y secreciones gastrointestinales pueden causar serias molestias a medida que se incrementa la edad: menor eficiencia en la absorción de la vitamina  B12, disminución en  la absorción de vitaminas liposolubles, calcio y hierro, cambios en la motilidad intestinal, que contribuyen  al desarrollo de otras molestias: flatulencias, acidez, estreñimiento. 
  • Las alteraciones neurológicas son muy frecuentes en los ancianos y pueden tener una gran repercusión en su estado nutricional.  Los estados de confusión que se presentan en muchos ancianos pueden deberse a múltiples causas, entre ellas los déficits de vitaminas: B12, folatos, B6. Las deficiencias de folato, B12 y B6 conllevan también  aumento de homocisteína en sangre y ésta podría tener un efecto tóxico sobre el tejido vascular, y un aumento del riesgo de enfermedad cerebrovascular.
     
  • Una dieta muy rica en carbohidratos acompañada de un consumo insuficiente de proteínas, conduce a una atención deficiente y a una disminución en la lucidez de las personas ancianas. 
  • Una cantidad insuficiente de calcio y vitamina D provoca la pérdida de la densidad ósea en la vejez y, por consiguiente, un aumento de las fracturas óseas que resultan dolorosas, costosas y debilitantes, sobre todo en las mujeres mayores. En poblaciones con una elevada incidencia de fracturas, el riesgo se puede reducir asegurando un consumo adecuado de calcio y vitamina D. 
  • Con  la edad existe una disminución de requerimientos calóricos y no de nutrientes esenciales. El consumo excesivo de energía aumenta considerablemente el riesgo de sufrir obesidad, enfermedades crónicas y discapacidades a medida que las personas se hacen mayores. 
  • Y por otro lado, en muchas ocasiones las restricciones calóricas para fomentar la pérdida de peso o impedir su aumento, podrían comprometer la ingesta adecuada de nutrientes. 
  • Las dietas ricas en grasas (saturadas) y sal, pobres en frutas y verduras y que no proporcionan cantidades suficientes de fibra y vitaminas, en combinación con el sedentarismo, son los mayores factores de riesgo para enfermedades crónicas como la diabetes, las enfermedades cardiovasculares, la hipertensión arterial, la obesidad, la artritis y algunas formas de cáncer.

 

Documento pdf: TABLA 1: Consejos para una alimentación saludable 27,8 KB. Actualizado: 02-09-2010

Documento pdf: TABLA 2:  Definiciones fundamentales 43,9 KB. Actualizado: 02-09-2010


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6. Bibliografía

• OMS. The world is ageing fast - have we noticed? The time to plan and to act is now. Disponible en: http://www.who.int/ageing/en/

• OMS.10 facts on ageing and the life course. Disponible en: http://www.who.int/features/factfiles/ageing/en/index.html 

• Organización Mundial de la Salud. Grupo Orgánico de Enfermedades No Transmisibles y Salud Mental. Departamento de Prevención de las Enfermedades No Transmisibles y Promoción de la Salud. ENVEJECIMIENTO ACTIVO: UN MARCO POLÍTICO Rev Esp Geriatr Gerontol 2002;37(S2):74-105

• Joaquín Giró Miranda. El envejecimiento activo en España. Eurostat, abril de  2005

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