Son alimentos en los que se reduce el contenido en azúcar (sacarosa) y/o el contenido calórico.

No obstante, debe de tenerse en cuenta que muchos de estos productos, aunque no contengan azúcar, pueden presentar otros edulcorantes calóricos como la fructosa, que aporta las mismas calorías que la glucosa (4 kcl/g) y, aunque el pico hiperglucémico lo presenta más tarde que la glucosa, cuando lo hace eleva la glucosa del paciente en la misma medida que lo hubiera hecho ésta.

Además, en algunos casos el contenido en grasas en estos productos es superior al de los alimentos similares convencionales.

Por otro lado, su elevado coste económico, el hecho de no suponer ninguna ventaja para el diabético y que pueden inducir al error de su consumo excesivo, hacen que estos productos sean poco recomendables en los pacientes con diabetes

En conclusión, pueden tomarse alimentos para diabéticos de forma controlada, siempre y cuando se conozcan su composición y la cantidad equivalente en cuanto a hidratos de carbono, y en ningún caso deben considerase alimentos de consumo libre.

AUTORA:

Alejandra Rivera Torres
Diplomada en Nutrición Humana y Dietética
Sociedad Andaluza de Nutrición Clínica y Dietética